Tuesday 7 October 2008

De lo mas antiguo que hay.

Recientemente comparé el arco de la Telemaquia a la situación que vivo después de graduarme. La telemaquia y los maratones - el entrenar para la adultez y volver a un rol subalterno cual el griego, el perder el "jutzpa" por acomodarme en el nicho familiar.
El punto es que hasta en la mas sofisticada clase de literatura, la vuelta de Odiseo es pragmatica y castrante. Se conoce al pequeño T como incompetente a la sombra del heroe, y reconociendo el hecho, la tensión entre hombría nueva y hombría vieja se decide por capitulación del mas verde. Odiseo no hace real mención, y todo cae en un orden que responde al regreso del patriarca.
La intención del poeta no pretendo conocer, ni siquiera invocando los planos de los valores culturales de la época. Lo que sí queda claro es que quien sufre en este caso es pequeño T y no gran O.
Pero qué hubiese pasado si en vez de capitular, Telemaco se hubiese dado a la lucha - se hubiese conseguido una ninfa, casadose y agarrado a la presuntamente enviudada Penelope como satélite de su hogar. Si la vuelta del padre hubiese significado la real pelea? Lo que siempre se había dado por entendido es un mundo paralelo donde T es rey supremo sobre sí y sobre el patrimonio de Odiseo y Penélope.

Creo que el punto de tensión mas fuerte entre el adulto y su progenie crecida es que se operan las batallas bajo la premisa que reina uno, destronando al otro. Creo que a los grandes pensadores y a quienes sufrimos el cotidiano problema de crecer se nos escapa la posibilidad que la separación de los espacios permiten la autonomía de los (por llevar la metáfora mucho más allá de lo que debo) monarcas.

Y los puntos finos de la discusión yacen en que la separación no significa, por más que se argumente a lo contrario, una amenaza a la casa paterna. Por más que lo queramos creer, el mundo no se divide entre Darth Vaders y Luke Skywalkers. En terminos sencillos, la incomodidad de cohabitar en un espacio donde el mando se quiere disputar tiene el potencial de implotar la institución. Por lo contrario, la separación permite evitar estas tensiones y abre la (muy real) posibilidad de una relación y un espiritu de ayuda mutua.

Evidentemente existe un requisito de cariño mutuo y de la congruencia de cierta proporcion de valores y propósitos para que esto se cumpla. Y la línea es de spinoffs, no de disputas que nacen de entes separados por un mismo patrimonio. Es de entes iguales dispuestos a regir patrimonios distintos.

Creo que Telémaco sufrio, pero creo que Odiseo era potencialmente vulnerable al sufrimiento también.