Sunday 18 March 2007

Me pinto de verde...



El dia de San Patricio, patron católico y tetrahojado de todo estereotipo irlandés se reveló en total gloria el pasado sábado cuando, para mi gran sorpresa el verde sobre mi persona no se trataba de homenajes a los leprechauns y el verdor de la primavera sino al contrario una competencia de crecimiento a la malahierba: celos malditos celos.
Y es que toma una combinacion muy específica de vanidad, vulnerabilidad y mala suerte para ponerme en este estado pero sigo dando explicaciones antes de un cuento coherente que aqui viene: Tengo visita, las invasoras espaciales del planeta universitario, tres mujerones policromáticas (una rubia, una trigueña y una pelirroja) dos muy flacas, una tetona, y todas tres en su gloria turística con un maletín de ropa planchada, maquillaje y naiiveté. Un coctel letal de hormonas y atracción.
Entro yo en la fórmula. Ya un poco acostumbrada a la situación londinense, puede se me note un poco el desencanto en la cara (tanto como los pliegues en las camisas) tomó tan solo un día de sobriedad (pese mis mejores esfuerzos) y el espíritu de competencia para plantarme ese monstruo vicioso de años mozos y los impulsos irracionales de bachiller. Celos malditos celos.
De aqui me tomo la libertad de asumir que asumieron dos cosas: 1) que evidentemente tuvieron más éxito ellas que yo en el arte de la seducción festiva y 2) que soy una pelotuda en admitir el patetismo de la situacion. De la primera, confirmo, y de la segunda voy en tangente:
Sé que el mundo cibernético, colmado de ego y la capacidad de censurar aquellos ángulos imperfectos del carácter me ha devuelto (o por lo menos revelado) un mundo cuasi victoriano donde los hechos de la vida quedan muertos ante las teclas. Lo que digo, que estoy celosa, que me sentí indeseable, que me huele el aliento al despertar y en ocasiones tengo que ir al baño creo son detalles que terminan por omitirse y entrar el el reino del tabú. Si la gran rehumanización de la comunidad digital se basa en la creación cultural del hoy blogeado-augurado entonces veo una comunidad de retentivos y mentirosos por omisión.
Entiendo que todos omitimos, y definitivamente mentimos. Que es naturaleza querer ser deseado (ver IN2U... post del 10) y que la aceptación social amerita ciertos ajustes a un ser básico y un poco asqueroso. Miren mi perfil en MySpace o Facebook y proyecto los límites de una imagen calculada - pero he llegado a la conclusion que ciertos ajustes brechtianos van a tener que entrar en juego para evitar crear el aire aceptado y caricaturesco de un personaje censurado. No solo censurado pero AUTOCENSURADO. Para qué? para evitar momentos de rechazo que evocan épocas menos ajustadas en el pasado - tanto el mío como el colectivo y abstracto período de adolescer.
Porque cuando me conoces, el ataque es sensorial y menos controlable por mi parte. Los ángulos de la luz, los patrones de movimiento, los accidentes y los gestos - mi tamaño físico - están lo quiera o no. Y se entra en una desnudez de expresión un poco russeaueana por su naturaleza mal entrenada. No saber actuar cuando la información llega en vivo y directo. Reir en mal momento o necesitar más alcohol para relajar un músculo social. Es casi fetiche en su tabú.
De ahí pretendo entonces seguir la prescripción del laying bare de la mejor manera que encuentro en este mundo de unspeakables imperdonables, y no me refiero a pornografía personal (quién sabe cuanto de eso se encuentra) ni confesionales emotivos de encontrar mi yo interior... sino lo básico, lo inadecuado, lo incómodo, lo adolescente y lo patético. Estuve celosa de mis amigas bonitas. Y pasé la tarde tomando Guinness.

...o es más de lo que querías ver?