Monday 28 May 2007

El mundo es una (ciber)servilleta

Ya casi veo la luz al final del túnel... de aqui en dieciseis horas termino mis examenes y salgo a ver mundo en el poco tiempo que me resta en los poraquises. Según el weather channel, como que no me he perdido de mucha gloria climática; los días mas gloriosos de este mayo gris han sido los que menos han dado chance a esta reclusa a ver la luz. De resto, salgo con el solo propósito de llegar a lugares, estrictamente punto a - punto b, eso si: caminado. Aunque la vida aislada promueve una saludable sicosis introspectiva (en mi caso ahogada por caudales de información no siempre útil) resulta que el libro de De Maistre (Xavier, el menos infame) tiene mensajes profeticos de la inagotabilidad del universo que se puede habitar en los confines del cuarto propio.
Mientras no logro como el noble Xavi encontrar horas de disfrute mirando a los posters en la pared, y ni siquiera a un espejo que demuestra un reflejo cada vez mas rechonchito, encontre en las conecciones de mi laptop una mina infinita de entretenimiento. En breaks mal-aconsejados de ansiedades siempre secundarias (dicese, los textos academicos) me uní a cuanto grupo, página, sociedad, revista, partido y lista encontré. Hice quices, y respondia con distintas caretas. Restauré fotos.
El punto es el sigiente - como en la vida real, los huellas de mi existencia digital solían existir en compartimientos aislados. La persona que sale a tomar y bailar hasta las siete de la mañana y desayuna perros calientes en Shoreditch no actúa del mismo modo en el té semi-formal de la facultad. Existe en planos distintos, solo encontrando punto de relevo en un switch mental - un engaño permanente a todos y a nadie. Demás está decir que la existencia de una máscara distinta se acepta como tácito en las relaciones interpersonales, y es el descubrimiento de algún aspecto ilícito en esas caretas lo que se convierte en la crema y nata del chisme.
Igualmente, mi perfil en... digamos, la página de mi universidad no va a ser nunca jamás la de una página de networking social, mucho menos una de deportes ect. Ahora, si las fronteras del cibermundo se expanden con cada clic del mouse, mi argumento es que se está encogiendo. Facebook agregó varias aplicaciones para intentar convertirse en el centro de la red personal, al mismo tiempo blogger pide referencias y links, myspace todavia se queda atrás y fridaycities (de londres) trabaja a traves de un sistema de tags y links. El resultado es sutil y voluntariamente, se condensan todas las caretas o por lo menos se abren todas a la existencia de cada una. Tu lado artistico a un clic del serio, a uno del gracioso... y si todo lo demás falla, a una búsqueda en google de esas fotos borrachinas que quieres que desaparezcan en presencia de la abuela.
Qué puede resultar? yo estoy convencida que para esta generación en particular, la interfase cibernética de la autoproyección termina dictaminando ciertos aspectos de la vida fuera de la red. Lo que sí está comprobado, es que la percepción de afuera, especificamente la internalizacion de lo que se cree es la percepcion de terceras partes (bota aire, agarra) es un factor importante en la construcción de personalidad que voy a llamar episódica y que se acumula y construye. Si todas las caretas, tan cuidadosamente separadas vienen por la mórbida curiosidad y el fenómeno google a centralizarse... que pasa con la multidimensionalidad? Habrá que recurrir a otros métodos de diversificación, creando identidades completamente distintas para expresar cada faceta? O quedaremos sin el mas mínimo velo de misterio?