Tuesday 1 May 2007

Política literal(ia)

Parece ser me devuelvo a participar en la revolución llanera: después de mucho deliberar, llegó una oferta de pasantía en un literary riviú y p'al agua pato. Para mis queridos compatriotas en la isla fantástica (bueno, la otra isla fantástica) de Manhattan - no lloreis! Vengan a Carolina Norte de aquella en el Sur... aunque ella misma sureña, y le damos la batalla a alguien. Con todo eso que dicen de los re-enactments de la guerra civil, hasta trajecitos y trompeticas nos podemos sacar del negocio.


Y por qué no, si igualito el éxodo masivo de la pandilla de los siete y el cofre mágico no es hacia ningún lado mas que hacia afuera? Que hubiese hecho el circulito de la Virginia Woolf sin la locura de ésta y su extraña necesidad de ser campestre. Aparte esa droga sicodélica que llaman inspiración solo sirve si se puede apagar, y seamos francos, sin una voz como un pito el feedback mata la proyeccion mediante taxis amarillos y el diablo mismo en Times Sq.


Viene con piscina y cama doble - no se lo tomen por invitación que mal que bien esto no es homérico sino hasta el final. Y yo de Penélope no tengo ni la cruz.


Ahora que esta estadía con el talentoso señor Holmes se me acaba, pese ciertos exámenes endemoniados donde el tópico central es una bicicleta con una gorda aventurera o los escritos de los cabecillas de la colonia australiana, me encuentro en total libertad. Propongo lo siguiente, compañeros de equitación; ahora si que me toca hacer el London Marathon, y a mi no me va a dar un patatús a 5 metros de la línea.


Amigos areperos y demás, suelten el té e invitenme a salir por ahi. Y demás cómplices en ese, el magnífico sur, unanse a la revolución que es naturaleza cultural. Esta vez los guantes se quedan fuera del ring. POW!!!