Thursday 22 March 2007

inventario de un tango con mi redacción.

1 lata de pirulines
2 tazas de café negro
24 chequeadas de email
2 platos de cereal
1 té verde
3 periódicos leidos
2 cartas redactadas
1 crisis por la necesidad de pasantía este verano
1 crisis por darme cuenta que mis exámenes no permiten que vaya a mi pasantía de verano que tenía alineada
1 libro de García Marquez
2 duchas
450 abdominales
7 playlists en itunes
13 horas sentada
1200 palabras
4 galletas de arroz
1 dolor de estómago
1 pepto bismol
0 horas de sol
13 fotos editadas
2 llamadas a Caracas
3 cambios de ropa
4 horas de chat acumulado (msn, aim, skype)
700 palabras faltando, un ensayo que se pinta como hard to kill y me trae a
2 postings de blog.

t- 13 horas... deseenme suerte.

El miedo digital produce derrame cerebral.

Dado el estado deprimente de la organización de un ensayo (fecha de entrega... mañana) que me pone bajo presion carbónica por terminar, he decidido seguir mis instintos primales de fight-or-flight - escapar o dar la pelea - para escabullirme cual avestruz al mundo de importancias secundarias. De repente tengo un ímpetu indomable de lavar ropa, hacer abdominales [que vale la pena mencionar estan mas definidos que nunca] y leer los periódicos, los journals académicos y escribir posts. No es postergación, es el chi que necesito para escribir un ensayo publicable, me digo.
Bueno, excusas y premisas a un lado, encontré en el NYTimes un artículo acerca de investigaciones científicas que indican la presencia de mecanismos morales en primates avanzados (los bien llamados great apes) analogos a los sistemas aislados de neuronas que predisponen la adquisición del lenguaje en los humanos. En términos evolucionarios se explica su presencia en sistemas nerviosos con relaciones cercanas, y también la subsistencia de la especie por adaptaciones de cooperación. Explican cuatro facetas básicas de moralidad, una de las cuales dictamina adhesión a la normativa social. Varias semanas atrás, habían publicado un artículo que por fin da eviencia de los origenes biológicos de la risa. Mientras me pongo del lado de los filósofos (digo yo que son compañía mas entretenida... aunque invito a científicos amables a demostrarme lo contrario) la correlación de la risa con el humor que dominó los planteamientos filosóficos de hasta las mejores mentes inquisitivas suena un poco ridiculo. La relación está socialmente construida, mientras que la risa está impresa en la estructura básica del cerebro. La risa es parte del hardware, mientras el humor es parte del software.

Pero dicen unos (notablemente mi estimado profesor en la uni, quien sale en el artículo) que la moralidad no es tan divisible. Existen, evidentemente, jerarquías de moralidad, donde aunque ciertos sistemas estén hard-wired (lástima, miedo como propulsores de la moralidad... idea propuesta ya para el siglo 19) los puntos mas específicos del código de conducta están socialmente impulsados, y son cambiantes y simbólicos.
Me lleva esto entonces a un cuestionamiento de las derivadas sociales: si la moral no es completamente construcción e invento, pero las comunidades del siglo veintiuno evolucionan hasta extrapolarse en la pura construcción personal del espacio temporal y físico y las proyecciones del ser - vuelvo aquí a la cantaleta del SecondLife, que parece haber descubierto todo el mundo varios meses después que comenzó su impacto real - entonces cómo se va a adaptar la moral genética a la existencia avatariada que, si depende de la genética, es sólo en el más limitado sentido.
Los avatares pueden ser boquillas, pero al mismo tiempo no sufren de mortalidad, enfermedad o degeneración carbónica de ningun tipo. Son en en un sentido super ciencia-ficción, la proyección mental de quien quieres ser [calma, fans del matrix, la referencia es bastante obvia, no?) pero al mismo tiempo impacta el "quien eres". Es extraño pero el reflejo de una sonrisa de otro avatar dirigida hacia la pantalla personal produce la contracción involuntaria de una sonrisa devuelta. Esa respuesta mecánica produce, por su parte, una cadena química que es capaz de cambiar el animo a quien interactúa con estos avatares del mismo modo que ocurre con interacciones interpersonales. Donde empieza la genética y termina la aclimatación social? y más alla de eso, si las entidades del lenguaje y la inteligencia y la sonrisa (parte de un mecanismo adaptativo social) están separadas, unidas solo por la voluntad - se puede cortar el mecanismo moral hasta atrofiarlo? evidentemente la moralidad de la empatía se ha suprimido en figuras como Hitler.
Y mientras la única fuerza capaz de persuadirme terminar de comenzar mi ensayo (yo sé... no me miren así!) es un miedo a fallar que puede residir en parte en el mecanismo moral, y ese puede ser suprimido, perder el miedo primal puede ser responsable por mi épica caida académica.

pero la ansiedad me sigue agobiando. asi que me devuelvo a lo que voy.

sonrisas avatariadas.