Tuesday 24 April 2007

El negativo del patriotismo.

Llevaba varios dias premeditando un posting que reflejara en su grandeza el viajecito que me eché al medio oriente y Grecia. Iba a terminar con uno de esos clichés sobre el tiempo relativo, todo encontrado por un pequeño incidente que tuve con un grifo en Herzliya que en pocos segundos me hirvió la mano dejandola quemada e inutil por varios dias. La mano que en un momentico dejo de servirme, para tipear, escribir, vestirme y todas las trivialidades de la cotidianidad, una especie de no-sabes-lo-que-tienes. Para los pocos que se preocupan (entre los cuales cuento con una familia de hipocondríacos que amenazan jalarme por los pelos a la casa la próxima vez que haga algo tan idiota) mi mano está vivita y coleando, y terminó de pelarse en los últimos dias de Atenas. Ahora cargo como marca de mi accidente un parche de piel quemada al estilo dálmata - señas de identidad, diria Goytisolo.
Mi posting premeditado me suena ahora como un mal ángulo y evidencia de que la caída de un rigor inicial al publicar diariamente produce una acumulación de 'debris' mental que le roban a cualquier posting la frescura del pan de cada dia. Y todos sabemos que a nadie le gustan las ideas recalentadas. Asi que propongo un borrón y cuenta nueva - por más que me duela gastar un repertorio de experiencias recientes, que de todos modos estoy segura apareceran en futuras reflecciones.
Pasaron varias cositas en estas últimas semanas. Primeramente murió Kurt Vonnegut, de los beats, lo cual me obliga como buena floja a apenas explorar su antología con cuidado post-mortem. Luego aquel quilombo en Virginia Tech, que no sé como todavía la gente tiene la capacidad de sorprenderse cuando tras un ataque ejecutado por un miembro de cualquier minoria trae backlash xenofóbico del publico mayoritario. Es un común denominador, y no entiendo la sorpresa, acción reacción. Parece la comunidad coreana es la mas reciente víctima de la furia estadounidense, dejando a los mejicanos en la frontera en paz por un rato.
Lo que se me ocurre no es nada innovador, pero este saltimbanque de oposiciones creo refleja algo mas profundo que los efectos del hype mediatico: una sociedad estadounidense en con una severa crisis de identidad. Lo estudian teóricos del poscolonialismo en Algeria, por ejemplo. Un pueblo que no solo está dividido, sino que empieza a dudar de su condición de pueblo comun. La creación de un enemigo común - en el caso de Algeria los franceses - produce un marco donde se -centran puntos de solidaridad basicos en oposición al otro. Lo mismo con los judíos en Alemania, un pueblo dividido por crisis económica y desprestigiada tras el tratado de Versailles logra encontrar solidaridad apuntando a un enemigo del pueblo.
Pero qué puede decirse de este déficit de atención xenofóbica? Si aún no logra UNIR per se al pueblo, dado que las diferencias ideológicas se perciben como cuestion de base, logra distraer. El pueblo alemán necesitó una sola causa- limpieza racial. Mientras tanto los periódicos estadounidenses parecen cada vez más tabloides sensacionales, apuntando semanalmente a un nuevo 'otro' que ayude a definir los límites de la identidad nacional.
Porque es de eso que se trata, creo. Utilizar las oposiciones como negativo a encontrar los limites de una identidad con mas variaciones que comunes. Será que con estas acusaciónes no solo intentan aislar un esqueleto sino salvar el mito nacional a como dé lugar? Si ese es el caso, parece que no es la xenofobia lo que mejor ha funcionado en unir, sino la tragedia. 11-septiembre trajo consigo un frenesí nacional, aunque también desenterró hostilidades anti-islamicas. Katrina no tuvo el mismo impacto aunque la escala es comparable.
Para completar el triumvirato, falleció Boris Yeltsin - con quien el muro de Berlín se terminó de desmoronar. Sin una membrana separando las identidades, la reconstrucción de Alemania ha pasado por muchas adaptaciones sutiles pero totalizantes, y sigue años después negociando la cara del alemán.
Ya no son solo las crisis adolescentes.